PURO VIAJE
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Las 5 tradiciones más raras de América en diciembre
Diciembre en América no es solo árboles iluminados, villancicos suaves y chocolate caliente. El continente entero guarda costumbres que pueden parecer excéntricas para quienes llegan desde fuera: rituales que mezclan raíces indígenas, celebraciones coloniales reinterpretadas, simbolismos extraños y un sentido de fiesta que no tiene miedo de ser extravagante. En estas tradiciones la identidad americana se muestra sin filtros, con ese toque de surrealismo cultural que convierte cada diciembre en un pequeño viaje antropológico lleno de color, música y momentos inesperados. Cada 7 de diciembre, muchos barrios de Guatemala prenden enormes figuras de diablos hechas de papel, madera o viejos trastos del hogar. La idea es expulsar lo negativo acumulado durante el año con fuego purificador. El aire huele a pólvora y humo, mientras las familias observan cómo las llamas consumen estas criaturas demoníacas. Aunque hoy se acompaña con música, luces y hasta versiones decorativas, el trasfondo sigue siendo un peculiar ritual colectivo de limpieza espiritual que sorprende a cualquiera que lo presencia por primera vez. El 7 de diciembre, Colombia celebra el Día de las Velitas, una tradición donde las calles se llenan de miles de velas encendidas en ventanas, aceras y balcones. Lo curioso es el simbolismo popular: se cree que ciertas velas, por cómo arden o por qué tan rápido se consumen, ?responden? deseos. Vecinos comparan llamas, interpretan señales y comentan cuál vela trajo buena suerte. El ambiente es tan íntimo como colectivo, una mezcla entre superstición, devoción y fiesta luminosa que da inicio oficial a la Navidad colombiana. En varias regiones de Panamá, diciembre trae consigo a los Diablicos Sucios, personajes enmascarados con coloridos trajes que representan fuerzas del mal. Bailan, persiguen y asustan simbólicamente a los asistentes durante representaciones tradicionales que mezclan elementos indígenas, africanos y europeos. El juego teatral entre ángeles y diablos se vuelve una especie de performance callejero donde los turistas no siempre entienden quién está actuando y quién simplemente disfruta del caos festivo. Cada 23 de diciembre, Oaxaca celebra una competencia que parece salida de un cuento surrealista: esculturas talladas? en rábanos gigantes. Artistas locales transforman estas raíces rojas en escenas navideñas, criaturas fantásticas, personajes históricos e incluso mini paisajes completos. La tradición nació en los mercados coloniales, cuando los vendedores adornaban sus puestos para atraer compradores. Con el tiempo se volvió un concurso oficial que mezcla horticultura, arte efímero y mucho color. En ninguna otra parte del mundo diciembre huele tanto a rábano fresco. En Ecuador, despedir el año implica fabricar Años Viejos, muñecos hechos de ropa vieja y papel que representan lo negativo del ciclo que termina. A medianoche del 31 de diciembre, estos muñecos se queman en las calles, muchas veces acompañados de petardos que estallan mientras arden. Algunos barrios organizan concursos de muñecos más elaborados, que pueden parodiar políticos, celebridades o personajes locales. Lo extraño no es solo ver las figuras incendiándose, sino la energía colectiva que mezcla humor, catarsis y un toque de caos controlado.1. La Quema del Diablo ? Guatemala

2. Las Velitas que ?aprueban deseos? ? Colombia

3. Los Diablicos Sucios ? Panamá

4. La Noche de los Rábanos ? Oaxaca, México

5. La ?Old Year?s Night? y sus muñecos explosivos ? Ecuador

